lunes, 2 de mayo de 2011

Osama no murió, se fue a su planeta

Estados Unidos anunció que dio de baja a Osama Bin Laden. Esta será la noticia que desencadenará centenares de reportajes, documentales, entrevistas, desfiles y filmes con estreno en 2012. Pero, hilando delgadito, es también, la apertura de la puerta grande para aquellos que aman los enigmas. El presidente Barak Obama ha entregado los dados y el turno de juego para todos los que creen lo contrario. En otras palabras, Bin Laden pasó a la dimensión desconocida, donde no murió, al igual que Pablo Escobar, Adolfo Hitler, el faraón Tutankamón, el rey Arturo y hasta el mismo Elvis.

No cabrá duda de que la credibilidad que tendrá Estados Unidos sobre la desaparición de Osama Bin Laden no será total. Si hubo ya miles de incrédulos ante los atentados de las torres gemelas, ahora sí que los habrá respecto al líder de Al-Qaeda.

El presidente Obama podrá mostrar el cuerpo, sacarle sangre, usar forenses, CSI, CTI, Medicina Legal, lo que sea, pero seguro que alguien dirá: “Eso es una farsa” (Algo así, como un falso positivo colombiano) y nunca se convencerá de que es Osama Bin Laden. Y mucho menos cuando los que primero brincaron a dar la noticia fueron los amigos de CNN, que por supuesto, para la comunidad escéptica es la fuente de quien primero piensan que lo que allí se diga, no es cierto.

Gracias a los escépticos, hoy tenemos historias de pasillo, de tradición oral, de gente que hoy día ve al mismo Pablo Escobar todas las mañanas comprando pan y leche como cualquier otro. Es el fruto de la comunidad enigmática el que mantuvo vivo a Adolfo Hitler, retirado en una aldea cualquiera, envejeciendo junto a los demás mortales.

Al cuerpo de Pablo Escobar lo exhibieron de frente, de perfil, boca arriba, boca abajo, pero nada de eso convenció cien por ciento al grupo de escépticos. Miles lo lloraron y lo acompañaron a su entierro, con concierto incluido, pero años después dicen que eso fue mito y que don Pablo sigue ahí, vivo entre los vivos. Creo que por ese mismo camino será la historia de Osama Bin Laden… excepto que a él no le llevarán mariachis…

Será cuestión de paciencia para empezar a escuchar estas versiones que enriquecen la tradición oral. Lo que siempre hemos llamado mitos y leyendas o conspiraciones. Osama Bin Laden desde ya es un enigma que en algunos años hará parte de las historias de misterio como el mismo Triángulo de las Bermudas, o para ejemplificar mejor, de historias de la clase del Código DaVinci.

La ansiedad que ya genera el que se produzca la versión enigmática de la desaparición de Osama es monumental. Porque esta será una de las grandes conspiraciones cargada de mucha tecnología, ciencia forense, estrategia militar, magia, religión, oscuridad, ¡De todo! Será una super historia.

Si nos remitimos al pasado, explicar si es verídico o no el Santo Sudario, o si fue real la historia de Noé y su arca, por ejemplo, ha sido todo un arte, una verdadera colección de hipótesis que sólo acabará el día que llegue el fin de la humanidad. Lo mismo sucede con las líneas de Nazca o la Atlántida. Mitos que unos creen como mitos y otros que los creen como historias reales, es decir como si CNN los hubiese informado.

Por ejemplo, si uno oye hablar del mítico Elvis, aunque nunca fue tildado de terrorista y tampoco estuvo en la era CNN, sí hace parte de los grande enigmas, porque para miles, Elvis no murió, simplemente volvió a su planeta. O si uno se pone a buscar el Área 51 en Arizona, siempre se cruzará con historias de personajes abducidos que ahora reclaman que les devuelvan al piloto del platillo que se estrelló en esa zona.

En esta misma categoría conspiradora y enigmática entrará Osama. Aquí no se hablará de si fue malo, bueno, perverso o bienhechor. Se hablará si sí fue cierta su muerte o fue un encubierto de él y sus aliados (Estados Unidos públicamente fue su aliado en la era de Bush padre) para acometer sus nuevos objetivos. O se dirá que tal vez haya regresado a su planeta. O, quizás que, Osama sigue vivo, pero ahora es un monje budista que vive en un templo en Nepal. Es posible que se escuche que Osama no fue asesinado, sino que huyó en un bote con otros exiliados hacia las islas Maldivas y desde allá va a coordinar en secreto su organización. Todos, posibles ejemplos de lo que la comunidad enigmática podría sugerir.

En poco tiempo tendremos esa clase de vox populi divulgando la historia post mortem de Osama, lo que en ‘realidad’ ocurrió después de la noche en que CNN informó el fin de un terrorista y el nacimiento de un mito.

Twitter: @alejodiceque